martes, 8 de abril de 2008

Contra rival acérrimo


En lo que será el último juego inaugural en el Shea Stadium, el mexicano Oliver Pérez dará la bienvenida a los Filis, el equipo que arrebató título divisional a Mets el año pasado.
NUEVA YORK -- Con el mexicano Oliver Pérez en el montículo y frente a los Filis de Filadelfia, sus rivales acérrimos en la división, los Mets de Nueva York disputarán su último juego inaugural de una campaña como locales en el Shea Stadium.

Ahí estarán Jimmy Rollins, Pat Burrell y Brett Myers, los jugadores más detestados por los aficionados de los Mets. Además, fueron los Filis quienes se aprovecharon del colapso estrepitoso de Nueva York en septiembre pasado para apoderarse del título de la División Este de la Liga Nacional.

Así, incluso quienes apenas comienzan a conocer esta rivalidad tienen ya una idea de lo que estará en disputa el martes.

"Estoy ansioso de que llegue el juego, será explosivo, una locura", dijo Brian Schneider, el receptor de los Mets, adquirido en noviembre a Washington, mediante un canje.
Pérez lanzará por los Mets contra Jamie Moyer, zurdo de 45 años, en el último juego inaugural de Nueva York en el Shea Stadium, que era uno de los parques más avanzados en 1964, cuando abrió sus puertas.

Los Mets se mudaron a este estadio luego de jugar sus primeras dos campañas en el viejo Polo Grounds.

El Shea fue la sede de los Jets en el fútbol estadounidense, así como de los legendarios conciertos de los Beatles, los Rolling Stones y Bruce Springsteen.

Pero el parque en Queens se volvió más famoso por sus olores peculiares, sus remolinos de viento y el ruido ensordecedor de los aviones que despegaban del cercano Aeropuerto de La Guardia.

Y desde luego, también por sus ruidosos y exigentes aficionados.
Por todo ello, mientras los Mets se preparan para mudarse a un nuevo parque el año próximo --el Citi Field se construye en el estacionamiento--, la despedida al Shea no parece tan emotiva como la última temporada del Yankee Stadium, en el otro extremo de la ciudad.

Pero el dominicano Omar Minaya, gerente general de los Mets, sí experimenta un sentimiento especial. Minaya se crió en Queens, y recuerda haber asistido al primer partido de una temporada, contra los Expos de Montreal, en 1969, cuando él era un niño de 10 años.

Los milagrosos Mets cayeron por 11-10 antes de ganar el primer título en su historia.
"Yo estaba en el piso superior", dijo el lunes Minaya. "Siempre miro allá, y mañana será otro día en que recordaré eso".
"Creo que todos los que vayan al Shea Stadium este año pensarán en los recuerdos que tienen de este parque", añadió. "Todos los aficionados vendrán y contarán anécdotas: '¿Recuerdas esto? Recuerdas aquello?' Habrá muchos recuerdos.


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