martes, 30 de octubre de 2007

Maestros del Universo


Tras ganar la Serie Mundial 2007, los Medias Rojas son los reyes del universo del béisbol.


Los Medias Rojas podrán tener su Nación. Los Yankees tienen su propio Universo".--Hank Steinbrenner, vicepresidente de los Yankees de Nueva York. Ya no más.


Por segunda vez en cuatro años, los Medias Rojas de Boston son campeones de la Serie Mundial y líderes indiscutidos del universo del béisbol. Son el Imperio Romano de la postemporada, habiendo ganado ocho partidos de Serie Mundial consecutivos.
Que Steinbrenner (de los Yankees) diga lo contrario implica un tercio de arrogancia, un tercio de ignorancia y un tercio de estupidez. Por otro lado, ese tipo de encaprichamiento nos sirve de ayuda para ver porque los Yankees no han jugado en una Serie Mundial desde el 2003 y no han alzado el trofeo de campeones desde el 2000.
¿Acaso nadie en la Casa de Steinbrenner (George y sus hijos Hank y el vicepresidente Hal) vio lo que los Medias Rojas le hicieron a los Rockies de Colorado? Cuatro juegos, cuatro victorias. Podrían haber jugado una serie de mejor de 17 juegos, y los Medias Rojas hubieran barrido la serie de todas maneras.

Esto fue como ver a los europeos contra los estadounidenses en la Ryder Cup, a los New England Patriots contra cualquier otro equipo en la NFL. Hace menos de dos semanas, los Medias Rojas estaban a una derrota de ser eliminados de los playoffs. Ahora apestan a champaña una vez más.

El domingo por la noche, en el clubhouse del Coors Field, los Medias Rojas descorcharon botellas de Domaine Ste. Michelle y se empaparon de victoria. El bateador designado/primera base David Ortiz, ridículamente vestido con un par de anteojos azules para el agua que cubrían sus ojos, se paró en un pequeño escenario y empezó a gritar bromas obscenas a sus compañeros de equipo. Estos jugadores de béisbol...

Luego media docena de Medias Rojas sacudieron sus botellas y apuntaron a su adorado Big Papi. Bailó en la champaña como un muchachito de dos años que baila en los regadores de un jardín.

"Cuando llegué aquí por primera vez en el 2003, esta parecía la misión más difícil de cumplir" dijo Ortiz acerca de un campeonato para Boston.

Pero en ese entonces los Medias Rojas barrieron a los Cardenales de San Luis para clamar el título de Serie Mundial del 2004. Y ahora esto.

La Nación sigue anexando territorio que alguna vez perteneció a los Yankees. Y con cada campeonato, los Medias Rojas están revirtiendo la sabiduría convencional del deporte. Los presupuestos gordos--y los Medias Rojas tienen el segundo más grueso en las mayores con 143 millones--pueden funcionar si la gente al mando sabe lo que está haciendo.

Los Medias Rojas saben lo que están haciendo. Son lo que las otras franquicias adineradas--los Mets de Nueva York (116 millones en el 2007), los Angelinos de Los Angeles Anaheim (109 millones), los Medias Blancas de Chicago (109 millones), los Dodgers de Los Angeles (108 millones), los Marineros de Seattle (106 millones), los Cachorros de Chicago (99 millones), los Tigres de Detroit (95 millones), los Orioles de Baltimore (95 millones) y si, hasta los Yankees (195 millones)--quieren ser cuando crezcan.

"Creo que si uno repara en quienes fueron las estrellas de esta Serie, no todo se reduce al presupuesto del equipo", dijo el dueño de los Medias Rojas John Henry. "Nunca se reduce al presupuesto. Se necesitan 25 muchachos para ganar. Los muchachos que menos cobran fueron igual de importantes para este equipo que los muchachos en la cima".

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